martes, 7 de mayo de 2013

Periodismo ciudadano: definición y características




El periodismo ciudadano (en ocasiones llamado periodismo cívico o Periodismo 3.0) es «aquel que hace posible la participación activa de los actores sociales que intervienen en todo el procesamiento de la información de interés público» (Meso, 2005: 9). Frente a la concepción tradicional del periodismo en la que el ciudadano es un receptor pasivo y silencioso, el periodismo ciudadano le convierte en potencial productor de información.

Sus características esenciales, en palabras de Koldo Meso Ayerdi (2005, 9), son «formar opinión pública mediante la creación de públicos deliberantes y promover la participación ciudadana». Asimismo destaca su temática local: «Los contenidos son creados por la propia audiencia y, por lo tanto, muy pegados a la vida y a los intereses de ésta. El periodismo ciudadano ofrece su máximo potencial en el nivel hiperlocal (...) no en el regional y mucho menos en el nacional» (Meso, 2005: 10-11).

José Mª García de Madariaga (2006, 206) sitúa en los años 90 el surgimiento de esta «concepción alternativa al periodismo objetivista y neutral» y señala la importancia que han tenido en él el desarrollo de Internet y las nuevas tecnologías como creadores de nuevos formatos y soportes para «la incorporación de las inquietudes de los ciudadanos».

Aunque las formas de participación ciudadana en el procesamiento de la información son variadas (desde foros hasta medios hiperlocales), la importancia que han cobrado los blogs es indiscutible. En palabras de José Mª García de Madariaga (2006, 207): «Uno de los modelos que más han impactado en la comunicación social es el de los weblogs, diarios personales o colectivos publicados en la Red. A través de ellos, millones de internautas publican sus inquietudes sobre cualquier asunto que se pueda imaginar (…) Se han convertido en muy pocos años en fórmula popular de expresión (…) que cada vez se ve más dotada de recursos y posibilidades».

Entre las ventajas que trae consigo la implicación de la ciudadanía en el proceso informativo Sergio Martínez Mahugo (2006) y Carlos Maciá Barber (2007, 139) destacan:

-          El periodismo como un ejercicio más democrático y no como un privilegio al alcance de unos pocos dueños de grandes grupos mediáticos.
-          La puesta en relieve de las inquietudes y preocupaciones locales para la búsqueda de solución a los problemas.
-          La ruptura de la agenda tradicional de los medios, a menudo monopolizada por intereses particulares.
-          La aparición de fuentes informativas alternativas, más frescas, cercanas e incondicionadas.

Aunque las ventajas del periodismo ciudadano implican un grado de transparencia mayor a la ciudadanía, también han surgido objeciones al respecto. Tal y como distingue Carlos Maciá Barber (2007), las siguientes cuestiones pueden contribuir a la «manipulación inconsciente» de la realidad periodística:

-          La falta de profundización en los hechos, limitando la información a reflejar versiones contrapuestas de los distintos protagonistas. Es necesario reflexionar, contrastar y cuestionar todas las informaciones que se obtienen.
-          La oposición permanente como único enfoque de la información da paso a la mordacidad, la falta de respeto y la acusación gratuita. Hay que saber reconocer las propias diferencias y aplaudir los aciertos ajenos.
-          La sobreestimación o subestimación de hechos o acontecimientos. Las noticias responden a una jerarquía general y a unos criterios profesionales que no pueden obviarse.
-          La falta de rigor en la elaboración y difusión de la información, la ausencia de contraste, las imprecisiones, etc. Nunca puede darse nada por sentado.
-          El descenso de la calidad del producto que se elabora y difunde atendiendo a los intereses del público. No se puede manipular la realidad cuando se reduce la información de interés general a lo trivial o lo anecdótico.
-          El sacrificio del rigor informativo en aras de la libertad y creatividad estilísticas. La construcción informativa ha de ser consistente además de hermosa.
-          La creencia de que las fórmulas de la manipulación periodística se limitan a las que se contemplan en las declaraciones deontológicas, las normas de los libros de estilo, las disposiciones legales y las sentencias judiciales.

En definitiva, las ventajas y las objeciones del periodismo ciudadano suponen una de cal y una de arena para la labor periodística: por una parte dotan al ciudadano de un ejercicio periodístico con mayor libertad, pero, por otra, pueden devaluar las exigencias que la profesión posee: « El público–audiencia, qué duda cabe, es el que dota de sentido el trabajo periodístico. Pero sólo el profesional de la información periodística, convenientemente titulado y colegiado, puede estar a la altura de sus exigencias» (Real, Agudiez, Príncipe, 2007).




García de Madariaga, José María (2006): «Del periodismo cívico al participativo: nuevos medios, viejas inquietudes». Zer, 21: 203-2017
Maciá Barber, Carlos (2007): «No todos somos ya periodistas. Un análisis de la utopía del periodismo ciudadano desde la perspectiva del reportaje interpretativo». Estudios sobre el Mensaje Periodístico, 13: 123-144
Martínez Mahugo, Sergio (2006): «La influencia del periodismo ciudadano en los medios tradicionales». Dos doce. [en línea] <http://www.dosdoce.com/articulo/opinion/2767/la-influencia-del-periodismo-ciudadano-en-los-medios-tradicionales/>
Meso Ayerdi, Koldo (2007): «Periodismo ciudadano: voces paralelas a la profesión periodística». Chasqui, 90: 4-15
Real Rodríguez, Elena; Aguidez Calvo, Pinar; Príncipe Hermoso, Sergio (2007): «Periodismo ciudadano versus Periodismo profesional: ¿somos todos periodistas?». Estudios sobre el Mensaje Periodístico, 13: 189-212.


Por: Itxaso Villanueva y Silvia Bolaños


 

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